Dios compunge el corazón de un Monje Budista a través de una Biblia para niños
|El respetado monje hindú Rahil Patel de Londres, siempre había tenido lagunas y dudas acerca del hinduismo. Un día se detuvo a leer en una librería una Biblia para niños.
Se detuvo a ver el Libro Sagrado lleno de imágenes infantiles, y empezó a leerlo, mientras sentía una conexión tan bonita, instantánea y entendible que transformó su vida para siempre. A través de esta biblia, conoció al único Dios Verdadero.
Creció en Inglaterra en una familia hindú y tenía duda y curiosidad de quien fuera Dios. «El hinduismo es un dilema de cientos de religiones con diversas enseñanzas, ideas y filosofías», dice Rahil.
Luego de cuatro semanas, escuchó un susurro en su oído izquierdo, que le decía: «¿Has tomado la decisión correcta?». Esa fue la primera semilla de curiosidad. Aunque no abandonó de una vez el hinduismo, siguió con sus estudios. Su rama del hinduismo afirma que el gurú es dios.
«Mientras más buscaba y escudriñaba, más preguntas surgían», cuenta. Un estudioso le dijo: “Sujétate a lo que te estamos enseñando. Has decidido usar esta ropa. Esto es para siempre».
«Entendía que había un inconveniente», dice Rahil. «Siento que me están lavando el cerebro», respondió al gurú. «Hubo un silencio mortal en la habitación», recuerda Rahil. «Piensas demasiado», respondió el gurú. Rahil dejó la sala pero no el hinduismo. Regresó a Londres, donde siguió como sacerdote swami y maestro de inmigrantes hindúes por 20 años.
Observó una Biblia para niños en una librería. Cuando leía los pasajes coloridos, se dio cuenta de que el Mensaje de Gracia era totalmente lo contrario a la mentalidad de obras del hinduismo. La enseñanza del sacrificio de Cristo por el pecado era totalmente revolucionaria.
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Sintió temor por el impacto a sus fundamentos hinduistas, luego cerró la Biblia de golpe. Ya que, estaba siendo atraído a una doctrina contrapuesta a la de su familia, a la de su estudio, a la de su profesión sacerdotal, a todo en lo que Él creía.
De todos modos, ese encuentro «secreto» con Jesús era lo que necesitaba. Se dedicó a hablar sinceramente sobre estas búsquedas en sus conversaciones en el templo hindú. «A las personas les gustaba eso», dice.
“Vi cómo en los rostros de la gente que estaban siendo alimentadas con algo que realmente necesitan, por un Dios que no conocían”. No podía seguir predicando de Dios en un templo hindú, no pudo más, necesitaba conocerlo más. Se escondió en su habitación, y clamó al Dios que aún no conocía.
«¿Puedes sacarme de aquí?», oró. Después de 20 años de ser un swami, lo dejó todo. Tiempo después, entró a una iglesia cristiana. «Tan pronto como crucé las puertas, la presencia de Dios cayó sobre mí», dice. “Sentí esta paz increíble. Este susurro muy silencioso nuevamente en mi oído izquierdo dijo: ‘Estás en casa'». Escuchó la adoración y el sermón. «Tenía sentido para mí», dice. “Necesitaba arrepentirme de mis pecados. Necesitaba pedir su perdón. Le di mi vida a Jesús. Eso liberó una gran carga de mis hombros, y por primera vez me sentí libre y con paz”. Ahora estaba en el camino correcto.