Filipenses 2:10-11

Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Esto es algo indiscutible, en la biblia vemos como hay un énfasis en el nombre de Jesús. El nombre de Jesús no es cualquier nombre, es el nombre sobre todo nombre, en el cual; tu rodilla, mi rodilla, la rodilla de tus hermanos, padres, vecinos, conocidos, no conocidos, todas las rodillas tocarán el piso en el nombre de Jesús.

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El mismo verso lo especifica, que rodillas se doblaran, la que están en el cielo, en la tierra y aún debajo de la tierra. Él es la máxima expresión del poder.

No hay nadie como Él, todo ser viviente tendrá que reconocer que Él es el Señor, Él único merecedor de toda la gloria, honra, imperio, alabanza, adoración…

Los humanos, ángeles, serafines , querubines, potestades, principados y aún los demonios creen y tiemblan.

Toda lengua va a tener que hablar, toda boca se va abrir, y va a tener que expresar que Jesucristo no otro, solo Jesucristo es el Señor.

Una vez más, decimos que Jesucristo es el Señor.