La solución de los matrimonios destruidos, es el amor de Dios

El matrimonio fue instituido por Dios, y por lo tanto Dios se place en que un matrimonio marche correctamente, a pesar de las circunstancia que atraviesan las parejas.

No hay nada imposible para Dios, con el amor de Dios basta para restaurar un matrimonio, muchas veces los esposos no logran comprenderse y se hieren con hechos y palabras y esto va deteriorando los matrimonios, pero aún hay solución, nunca es tarde.

El matrimonio no solo se compone de placer, sino de amor, respeto, tolerancia, servicio y dedicación…No puede cansarte de servir a tu cónyuge, sino estar a su disposición, recuerda que es tu complemento no tu competencia.

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En el matrimonio en vez de las características de ambas personas choquen deben incorporarse y así salir a flote, y así mantener la armonía y comunión.

Cuando no hay respeto y comprender al otro el matrimonio va en descomposición, por eso lo correcto es los dos estar de acuerdo en sus decisiones y no actuar solo. Si quieres una relación sana comunicante, una relación sin comunicación corre peligro…

Dios puede restaurar cualquier matrimonio, por difícil que parezca, también es recomendable buscar consejería con personas que te ayude a restaurarte matrimonialmente, ya que una separación producen consecuencias no muy agradable.  sólidas. Como sea, hay que dejarse ayudar.

El amor de Dios restaura los matrimonios destituidos

Es lamentable, ver cómo hay tantos matrimonios destruidos, por falta de humildad, comunicación, fidelidad, un matrimonio que carezca de esto es un caos, por lo tanto la familia correcta no es esta; Esposo+Esposa, sino Dios+Esposo+Esposa.

Cada vez, que hay un divorcio no es porque las cosas estén marchando bien, sino por que hay problema en el matrimonio, entonces cuando hay una separación los niños sufren, ya que la ausencia de uno de los dos es insustituible. Muchos hemos atravesados por esta situación, y no es lo mismo cuando nuestros padres están juntos que estén separados.

Así que buscan la manera en Dios de mantenerte unida a tu pareja, la que enamoraste, la que una vez convenciste y abrazaste, no deje que el orgullo desbarate tu familia.

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El matrimonio es tan esencial, que Dios mismo se pone en lugar de esposo y a su pueblo en lugar de esposa, esto lo podemos aprender en la Biblia.

El mismo Cristo es el esposo y la esposa es su iglesia, su pueblo. Por eso, podemos leer en Efesios 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.

«Así que puede dejar a tu esposa, cuando Cristo deje la suya.» Nota: Él nunca hará eso. John Piper

Orando por los matrimonios.

Mi Dios, gracias por fidelidad y tu compasión. Te doy gracias porque tus palabras me enseñan como debo de amar, y respetar a mi cónyuge y me enseña a perdonar.

Una vez más, te pido que me ayude y me des fuerza para tolerar, soportar y no guardar rencor en mi corazón.

Mi familia está en tus manos, que sea tú el centro de mi matrimonio, muchas veces no sé que hacer, dirige mis pasos y dame sabiduría en mis decisiones.

Yo sé que en ti hay solución, gracias por tu amparo y por estimularme a seguir hacia adelante, perdóname por herir a otros, en el Nombre de Jesús, Amén.