Marcos 10:15

Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.

Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.

En este escenario donde Jesús expresa estas palabras, es justamente cuando les llevan niños para que Él los tocase y los bendijera como podemos ver en los versículos.

VEA

7 Cosas que no sabías sobre tu cuerpo

Es muy llamativo ver como los discípulos reprendían a los que presentaban, y es precisamente lo que sucede cuando nos queremos acercar a Dios. Tal vez, muchos intenten detenerlo y lo que más llama a la atención es que fueron lo mismo discípulos que lo trataban de detener.

Pero el mismo Jesús salió en defensa, y les amonestó para que permite que los niños se acerquen. Nosotros somos como niños delante de Dios, y él permite que te acerque confiadamente a él, sin ningún impedimento.

Por lo tanto, nosotros debemos de hacernos como niños para entrar en el reino de los cielos. Y de la misma manera que Jesús bendecía y abrazaba los niños, de esa misma manera hace con nosotros, aleluya.