«Quiero pregonar a Cristo por todo el mundo» expresó niño que es curado por Dios de una enfermedad desconocida

Un niño que fue curado de una enfermedad sin diagnóstico médico y decidió dar a conocer al mundo a Jesucristo y los milagros que hizo en su vida.

Arthur Ansuattigui tiene edad de tan solo 10 años y su único anhelo es que las personas conozcan a Cristo; desde muy pequeño su familia consagró su vida a Dios,

mientras atravesaba una enfermedad que no tenía diagnóstico médico y fue hospitalizado muchas veces por diferentes afecciones.

Los médicos no lograron descubrir su enfermedad, sin embargo Dios lo curó

“Nací con una enfermedad con la cual los médicos no lograron dar ni descubrieron. Ni siquiera los médicos famosos sabían lo qué era. Incluso me hicieron una transfusión de sangre cuando tenía un mes”, contó Arthur para un vídeo testimonial que transmitieron en Iglesia Bautista Attitude en Río de Janeiro.

Al no tener una respuesta concreta de parte de los médicos, su madre oró sin cesar por la cura de la dolencia de su hijo.
«Si Él me salvara, ella me llevaría al camino de Dios», contó el niño.

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Arthur testifica que Dios lo sanó

Y entonces por medio de una predicación por la televisión, la madre de Arthur dijo que Dios le habló con la siguiente frase: «Su hijo recibirá una nueva vida», dijo en referencia al caso de una madre que estaba en el hospital con su hijo.

Al día siguiente, Arthur ya estaba sano, y al parecer este no es el único milagro que ha tenido de parte de Dios, puesto que él tuvo que ser trasladado de emergencia en avión cuando tenía dos años, allí le descubrieron un quiste en la cabeza.

“El quiste podría haber estallado en pleno vuelo, pero Dios me protegió”, expresó.

Su infancia no fue la más común, pues sufrió de problemas en el corazón, asma, bronquitis, enfermedades celíacas y muchas más complicaciones, lo que era para él una frustración no poder tener una vida normal como sus amigos de la misma edad.

“Vi a mis amigos jugando a la pelota, montando en bicicleta, corriendo, y no pude hacer eso porque mi enfermedad cardíaca no me lo permitía”, recordó.

“No diré que no estaba triste. Estaba triste, pero Dios me consoló”, añadió.

Fue hasta hace poco que pudo disfrutar de actividades recreativas como andar en bicicleta, correr y jugar con sus amigos, «Pero comparado con todos los otros milagros que Dios ha hecho en mi vida, eso no es nada», explicó.

«Le agradezco todos los días. Podría haber sido hospitalizado, pero le agradecí. Podría haber estado llorando, pero le agradecí. Siempre estaré agradecido por todos los milagros”, añadió.

Y entre lágrimas, oró para que Dios le permita compartir sus experiencias con Dios a un mundo entero que no le conoce aún.

«Que yo te lleve, para que pueda llevar Tu Palabra, por todo el mundo, Padre mío. Pastores, conozcan a Cristo y vivan en Su vida, Padre mío». Que sean guiados por Ti, Señor. Por favor, papi”.