Romanos 5:3, Bendiciones en medio del proceso

«Sabiendo que la tribulación produce paciencia».

Esta es un promesa en su esencia aunque no lo sea en su forma. Tenemos necesidad de paciencia, y aquí vemos la forma de obtenerla. Es sólo mediante la práctica que aprendemos a tener paciencia, de la misma manera que nadando los hombres aprenden a nadar.

No podrían aprender ese arte en tierra firme, ni podríamos aprender paciencia sin tribulación. ¿Acaso no vale la pena sufrir tribulación con el objetivo de alcanzar esa hermosa ecuanimidad de mente que quietamente se somete en todo a la voluntad de Dios? Sin embargo nuestro texto expresa un hecho singular, que no es de conformidad a la naturaleza, sino que es sobrenatural. La tribulación en sí y por sí obra petulancia, incredulidad, y rebelión. Es únicamente por la sagrada alquimia de la gracia que es llevada a obrar paciencia en nosotros.

Noticias Cristianas

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7 Cosas que no sabías sobre tu cuerpo

No trillamos el grano para aplacar el polvo: Pero, así trata el Señor a sus hijos. Ciertamente esto no corresponde a la manera humana de hacer las cosas, sino que redunda grandemente para la gloria de Dios.

Oración

¡Oh que la gracia me conceda que mis tribulaciones me bendigan! ¿Por qué habría de querer detener su agraciada influencia? Señor, yo te pido que me quites mi aflicción, pero te suplico 10 veces que me quites mi impaciencia. Precioso Señor Jesús, con tu cruz graba la imagen de Tu presencia en mi corazón.

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